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martes, 6 de mayo de 2008

PÁJARO, PÁJARO, ECHA A VOLAR


Por José Antonio Rivas
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Es posible que sea verdad que en Cádiz nos aburrimos bastante, y quizás sea esa la razón del porqué nos entretenemos creando, avivando o provocando polémica sobre cualquier tema. Una de las últimas es la que ha suscitado la escultura del pájaro-jaula que se ha colocado en las Puertas de Tierra a modo de homenaje y recuerdo de los treinta años de la Constitución Española de 1978.

Siempre hay dos puntos de vista para tomarse estas polémicas, según convenga. Primero existe la creencia de que lo trascendental es que se hable de uno, o de su obra, que se de publicidad, independientemente de si se habla bien o mal. En el otro lado, está claro que si a todo el mundo, o a una gran mayoría, le pareciera bien algo, no habría discusión de ninguna clase, con lo cuál cuando hay al menos discrepancia algo va mal, o por lo menos puede ir mejor.

Como he leído a bastantes eruditos opinando sobre el tema (en Cádiz todos sabemos sobre absolutamente todo) manchando páginas con sus “tiroriros” perfectamente fundamentados en años y años de estudios escultóricos, pues voy a aprovechar estas líneas para pegarme mi respectiva parrafada.

La verdad es que la escultura (es demasiado duro eso de amasijo de hierros) queda magnífica y se integra excelentemente en la zona, ya que es del mismo estilo artístico que por ejemplo las esculturas de los patronos de la ciudad, o que las propias Puertas de Tierra. Y además es inoxidable, que viene de categoría por si alguien se ve chungo de cubertería, ya que puede arrancar alguna parte de la jaula (para no hacerle daño al pájaro) y de ahí saca algunos tenedores y cucharas; los puede meter en el lavavajillas sin problema. Evidentemente este párrafo era irónico.

Lo cierto es que puede ser que en la zona beduina de Cádiz no desentone tanto como lo hace ahora, pero claro allí no vende lo mismo, ¿verdad? A todos a los que la señora alcaldesa invitó a irse a la avenida nueva si querían ver el árbol que se ubicaba antes donde el pájaro, tienen la opción de contestarle de igual forma cuando vaya pidiendo votos.

¿Y qué tiene que ver todo esto con el carnaval? Básicamente que la escultura, su colocación y todo lo que la rodea me parece chirigotesco. Y además seguro que provoca más de una letra el próximo carnaval. Yo personalmente para poner ese pájaro, hubiera puesto el tipo del coro de la Viña, que es más de Cadi Cadi. Y como también he leído que la obra no significa lo mismo con la puerta de la jaula abierta o cerrada (que bonita “metánfora”) pues propongo que la dejen abierta, a ver si el pájaro se va y la jaula la quitan. Pájaro, pájaro echa a volar.


miércoles, 16 de abril de 2008

CARNAVAL DE VIAJE




Por José Antonio Rivas
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Siempre se ha dicho que un buen libro es un gran compañero de viaje. No voy a ser yo el que contradiga esa frase, ni mucho menos, pero sí que me gustaría añadir otras opciones que también pueden hacer compaña durante la estancia fuera del hogar. En este sentido mi consejo es, como no, llevarnos un trocito de nuestra tierra a modo de coplas de carnaval.
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Acabo de volver de la Riviera Maya, un viaje largo, pero no hace falta que sea algo tan extenso. Por suerte o por desgracia también voy cada semana de Cádiz a Sevilla, y de Sevilla a Cádiz, y siempre hay un hueco en mi maleta para el carnaval. Siempre he reconocido que me incluyo entre los "pejigueras" carnavalescos, pero al menos en mi caso, la ausencia es menos ausencia escuchando carnaval.
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Es una sensación extraña, los viajes son más amenos ya sean en el medio que sean, es como si te fueras pero menos. El siemple hecho de colocarse los cascos en los oídos y que brote alguna melodía carnavalesca te acerca mentalmente a tu tierra, a tu gente. La clásica morriña desaparece, aunque sea por unos momentos, a ritmo de tres por cuatro. Es una alegría contagiosa.
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Y para muestra un botón, no puede faltar en esta columna algo de carnaval. Como acabo de volver de México, pues recordaré a Los Panchitos de Guardalajarra, gran chirigota.


jueves, 28 de febrero de 2008

REFLEXIONES EN FRÍO


Por José Antonio Rivas

Ahora que ha pasado casi un mes desde la finalización del concurso, me gustaría hacer una valoración en profundidad y con una perspectiva más lejana del mismo y de todas las novedades que ha sufrido este año. Y lo hago en estas fechas intencionadamente, con todo mi respeto para la cuaresma y todo lo que conlleva. Pero sería en estos días cuando tendríamos que estar celebrando el carnaval cada año y no depender de otros factores. Seamos serios señores, es nuestra fiesta grande, por la que es conocida la ciudad y de interés turístico internacional (o por lo menos eso pone en los carteles), no puede depender de nada, tiene que tener su fecha fija, unos días al año en el que la gente identifique que son días de carnaval. Y no sólo para el público sino para las agrupaciones; no es normal que tengan que ir a cantar con cuatro polvorones atragantados. Es un tema espinoso, que seguiré tratando y que espero que se modifique en no mucho tiempo, porque le daría a nuestro carnaval un mayor prestigio y una mayor trascendencia. Pero vamos con el concurso que es el tema de esta columna.

Mejor comenzar con lo que considero los puntos positivos. El primero creo que es la fase de Cuartos de Final, pero eso sí, con matices. Bajo mi punto de vista es una iniciativa positiva y que la dinámica del concurso pedía a gritos, hay grupos que dan un buen primer pase, pegan, y gustan inesperadamente, pero que luego se les hace muy larga la competición y no tienen repertorio para dos pases de Semifinales. En ese sentido es perfecto, porque esas agrupaciones tienen el justo premio de cantar una vez más, pero se les ahorra, a ellos un segundo para cuanto menos discreto, y a los aficionados no se les martillea con un grupo que no tiene calidad para cantar tres veces en el Falla. Hasta ahí bien, pero creo que el sistema todavía puede ser mejorable. Soy partidario de ensanchar un poco el corte para la Semifinal. Hay grupos, sobretodo los más jóvenes que vienen empujando desde abajo, que sí tienen calidad para cantar tres veces, y además eso les serviría para curtirse en el teatro, pero a igualdad de condiciones es inevitable que pesen los nombres. En este sentido creo que a ese tipo de agrupaciones se les debería otorgar esa especie de premio, entre comillas, de actuar un día más. Un claro ejemplo de esto que digo es la comparsa “La escuela de Carnaval”. Gente joven, que están subiendo como la espuma desde la cantera, que tienen cosas que decir, y que por este sistema se les ha privado de un tercer pase. Todo es mejorable, está claro.

Como aspecto positivo también quiero destacar el nivel general en el concurso de este año, una gran competitividad, y sobretodo la subida bajo mi punto de vista de comparsas, cuartetos y coros. Quizás las chirigotas han estado un poco por debajo del nivel general, salvo casos contados claro está. También me alegro del regreso de grupos anteriores, como el de Bienvenido que ha aportado mucha frescura, o la creación de grupos nuevos, como “La comparsa de Momo”, “La calle del arte”, o “Los proscritos de la Viña”, entre otros.

Vamos con lo menos bueno, o en este primer aspecto con lo malo, malísimo, nefasto. La final. En primer lugar es incomprensible que haya preliminares más extensas o iguales que la propia final, eso no es de recibo. Y eso de acortar la final, con sólo tres grupos máximo por modalidad es la peor medida que se ha adoptado en años. Reduzcan el tiempo de montaje entre agrupación y agrupación, no permitan que el ritmo de la misma esté teledirigido por la televisión, hay mil maneras de acortar la final en cuanto a tiempo, para que no acabe a las y pico, pero no quiten grupos, dejen disfrutar a los aficionados de una noche especial de coplas. ¿A quién le parece larga la final? ¿Se a planteado alguien reducir la madrugá en Semana Santa porque resulta larga? Nadie lo ha hecho, nadie se atrevería. A quien le parece larga simplemente se va a su casa y se acuesta, igual que ocurre en un partido de fútbol, un concierto, una película o cualquier espectáculo. Pues hagan lo mismo, la gente que tenga sueño, se aburra o no le guste, que se acueste cuando guste, a nadie se le obliga a estar en el teatro o delante de la tele, o pegado a la radio hasta el final. Algo que ha funcionado siempre no hay porqué cambiarlo.

Tampoco ha salido muy bien eso de comprimir en cuanto a días y meter más grupos en la fase preliminar. Pero bueno eso es algo forma parte de la solución de emergencia para este año que supongo que será eliminado el próximo carnaval. A pesar de ello es la fase que más me gusta del concurso, y que no la toquen aunque algunos oportunistas pretendan eliminarla con fases previas fuera del Falla y demás tonterías.

En general la prontitud de las fechas les ha cogido algo a contrapié a todos, y el tema organizativo ha dejado bastante que desear. En el debe del concurso hay que poner el sistema de entradas, muchos días con un aspecto muy pobre en el Falla y mucha gente quedándose fuera. Es verdad que se ha acabado con la reventa pero ¿a qué precio? En los últimos días parece que la fórmula estaba más rodada y la gente se había ido adaptando, pero es algo que traerá algún que otro quebradero de cabeza el año que viene. Lo más inmediato: conseguir una empresa fiable y capaz de abastecer toda la demanda de entradas.

Para acabar con lo negativo, algo más particular pero también meritorio de ser reseñado. Digo particular porque afecta a los medios de comunicación. Primero lo de la nueva sala de prensa no ha sido precisamente un acierto, ha sido un caos y un desorden absoluto. Luego el tema de la famosa línea para los inalámbricos de las diferentes emisoras es absurdo, toda la vida se ha trabajado ahí y nunca ha pasado nada, y todavía este año había personal que trabajaba y “colaos” que veían las actuaciones sin casco, que ahora parece ser tan fundamental. Por último algo para el futuro, no es de recibo la forma en la que tenemos que trabajar en la final, compartiendo palco, cual sardinas enlatadas, con compañeros de otra emisora. No creo que se pierda tanto dinero por dejar de vender dos palcos. Y si es verdad que se pierde, que se lo quiten al protocolo de gente innecesaria, y no a la gente que estamos trabajando.

Algo se me habrá pasado por alto, pero hay mucho tiempo para seguir hablando. De momento me he quedado a gusto diciendo todo lo que pensaba. Espero que se mantengan las cosas buenas y se corrijan las malas. Al fin y al cabo esto es carnaval, y aquí no pasa ná, esto es un cachondeo.

viernes, 28 de diciembre de 2007

EL PASODOBLE DE LA DISCORDIA (II)


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Por José Antonio Rivas


¿Y si hay algún tonto? Esta es la cuestión que me planteo hoy para cerrar la bilogía de columnas sobre este tema. En esta ocasión quiero ahondar sobre otra posibilidad que se esboza tras la difusión del polémico pasodoble. Como anticipo según el reglamento del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas podría existir la posibilidad de que, en el caso de interpretar dicha pieza del repertorio, quedaran anulados los puntos de la misma, o bien que la agrupación fuera directamente descalificada. En este sentido espero que la respuesta a la pregunta con la que inicio el artículo sea que no.

Vayamos por partes. Está considerado como falta muy grave según el reglamento infringir el artículo décimo del mismo. Dicho artículo versa sobre los ensayos generales, y cito textualmente: “Antes de los Ensayos Generales no se podrá actuar ni difundir públicamente los repertorios”, y “El plazo para realizar los Ensayos Generales contará desde diez días antes del comienzo del COAC”. Parece claro que se ha difundido parte del repertorio y fuera del plazo establecido. En el reglamento no se entra a valorar casos concretos, ni intenciones, ni si han sido los propios componentes de la agrupación los encargados de difundir el repertorio; para eso está el jurado, que es el encargado de interpretar cada caso. Ahora, eso sí, en el supuesto de que se ciñan estrictamente al reglamento y no atiendan a explicación ni alegación alguna, ¿se atreverían a proceder a tomar cartas en el asunto? En este sentido el reglamento es muy claro en su artículo 24.1.3 donde anuncia que el castigo por falta muy grave es la descalificación automática de la agrupación. A modo comparativo entre las faltas muy graves también están contempladas las referentes al número de componentes, por las que fueron descalificadas en 2006 la comparsa “El rey del barrio” y la chirigota “El movimiento del 36”.

Pero si el jurado quiere agarrarse al reglamento, pero ser un tanto más benévolo con Juan Carlos Aragón y su grupo puede hacerlo. Según el artículo 24.2.2 del citado reglamento del COAC serán consideradas como faltas graves las composiciones que no sean inéditas en letra o/y música. Y según el artículo 24.1.2 las faltas consideradas como graves serán sancionadas con la no puntuación de la composición de parte de ella. Por tanto, el jurado podría dejar con cero puntos los pasodobles.

Reitero, como expuse en la anterior columna, que no pretendo dar ideas malévolas a nadie, sino solamente poner sobre la mesa todas las opciones posibles que existen con respecto a toda esta polémica. Luego, serán otros a quienes les toque decidir cual es la solución más correcta. El reglamento está ahí, sujeto a interpretaciones o no, pero aprobado por los autores, y si no les gusta o es mejorable o tienes vacíos legales, pues que se mejore y se llenen esos huecos.

sábado, 15 de diciembre de 2007

EL PASODOBLE DE LA DISCORDIA (I)


Por José Antonio Rivas


¿Y si hay algún listo? Es una de las preguntas que me vienen a la cabeza al reflexionar un poco sobre las consecuencias del tan explotado pasodoble de la comparsa de Juan Carlos Aragón. Y cuando digo listo, lo hago en el sentido irónico de la palabra. Personalmente, no he querido escuchar el pasodoble, no he sido de los que ha corrido a bajárselo, pero ha ido extendiéndose como una plaga, me ha sido inevitable escucharlo: gente en el autobús en el móvil, gente enviándome el respectivo enlace... En fin, una persecución, parecía que era el único en Cádiz que no quería escucharlo, llámenme antiguo, o clásico tal vez, pero soy de los que prefiere esperar al día del estreno en el Falla para escucharlo con todos sus "avíos".

Volviendo a la cuestión inicial, creo que existe algo de ambigüedad en el tema de los repertorios inéditos. ¿Qué pasa si una comparsa, cualquiera que le haya tocado cantar en una sesión anterior a la de "El Capitán veneno", se presenta en el teatro con el archiconocido Si caminito del Falla? En teoría sería algo inédito, no se ha cantado antes. ¿Y si alguien fuera tan oportunista? Evidentemente el público y los fans (de fanático, "Que defiende con tenacidad desmedida y apasionamiento creencias u opiniones") se echarían encima de la agrupación, pero según las bases del concurso sería perfectamente legal.

No pretendo dar idea malévolas a nadie, ni mucho menos, de hecho si ocurriera, sería el primero en criticarlo y condenarlo; pero ojo, no sólo al autor tal y a la agrupación cual, sino a las bases de un concurso que pretende ser moderno y profesional y al que no dejan de aparecerle vías de agua por todos lados. Parece que se actúa de una manera tardía y oportunista, tiene que surgir algún problema o defecto para que se intente corregir. Seguramente si a ningún espécimen irrespetuoso se le hubiera ocurrido colgar el pasodoble, nada de esto estaría pasando, evidentemente es la primera lacra con la que hay que acabar, los mal llamados aficionados, y mejor llamados fanáticos. Pero de eso habrá tiempo de hablar en otra ocasión