martes, 13 de noviembre de 2007

Habemus pregonerum: Don Antonio Martínez Ares


La Alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, ha anunciado esta mañana uno de los secretos mejor guardados de cada carnaval, el nombre de la persona que pregonará la fiesta grande de la capital gaditana. El elegido, Antonio Martínez Ares. El anuncio resulta ciertamente sorpresivo ya que el nombre del autor de carnaval, cantante y compositor gaditano ya había sonado con anterioridad en varias ocasiones como candidato a pregonero, concretamente desde que en 2003 optara por abandonar el carnaval para centrarse en su carrera profesional. Siempre que ha estado inmerso en este tipo de quinielas había declinado la proposición municipal, ya fuera por sus compromisos de trabajo o por considerar a otros carnavaleros más adecuados. Algo ha cambiado para este año, quizás la insistencia de la alcaldesa (es consabido que cuando se le mete algo entre ceja y ceja no para hasta conseguirlo), o puede que el llamado gusanillo del carnaval; pregonarlo puede ser una forma de matarlo, o al menos de acallarlo durante un tiempo.

En este sentido, la designación llega cuando muchos de sus seguidores ya casi se habían dado por vencido en su batalla particular por volver a ver a "el niño" en cualquier cosa relacionada con el carnaval, aunque fuera redoblar los nudillos en una barra de un bar cualquiera con una tapa y un vino

En declaraciones a Punto Radio Cádiz, el propio Martínez Ares ha manifestado su intención de "romper moldes, hacer algo diferente, incluso provocativo", con lo cual parece claro que el pregón no dejara a nadie indiferente como suele ser habitual cuando hablamos de este autor. El carnavalero manifestó que tendrá que luchar contra el ajuste presupuestario para el pregón, "es gracioso que al final uno de Cádiz tenga que pagar el pato con la cantidad de dinero indemostrable que se ha perdido otros años". Sobre el disfraz, el carnavalero baraja la posibilidad de utilizar alguno de los tipos que han lucido sus agrupaciones, o bien crear uno que lo englobe todo.

Con la elección de Martínez Ares el ayuntamiento sigue manteniendo la línea de los últimos años donde ha venido alternando un personaje famoso, con alguien ligado al mundo del carnaval. La pregunta a plantear está clara: si finalmente ha aceptado realizar el pregón casi que por insistencia popular, ¿aceptará también algún día regresar al carnaval como autor (lugar del que nunca se debería haber ido)? La pelota está una vez más en el tejado de Don Antonio. Felicidades por una acertada elección.




2 comentarios:

Estrella Serna dijo...

Por fin llegó el poeta. A Cádiz no le faltan en cada rincón de sus plazas y callejuelas. Y uno de ellos se va a subir por fin a las tablas, después de tres años pensándoselo. Vuelve, a medias, pero vuelve alguien quien, le pese a quien le pese, ha escrito diecinueve páginas de la historia del Carnaval gaditano. Él escribe literatura y sus letras muestran una foto de nuestra sociedad mucho más nítida que cualquier hoja de periódico que se precie. No creo que haga falta recitar los pasodobles que han levantado el teatro, que han arrancado la rabia o que han dejado escapar una lágrima con María Magdalena, la mujer que ve a los chiquillos pasear...
Tampoco creo que sea necesario sacar el espíritu "arista" o "superviviente" para mitificar a nadie. Es evidente que el Carnaval ya tiene su "Brujo" y no se va a reemplazar por ningún "niñato", aunque éste tenga todas las papeletas para coger el relevo ya porque quien creció con "Los beduinos" no tiene otra referencia que la de Paco Alba, pero en cambio, los hijos de la democracia gritan al viento "La Ventolera", "El Vapor" o "La trinchera" y se huele en todos los carnavales de Andalucía la esencia de letras y música de este "licenciado en el cum laude de la calle", como el mismo se define.

Y dejando a un lado al autor, retomo la idea de su obra como literatura."Dicen los muy entendidos" que "la verité d´un rècit reside dans la capacité de faire sens" (un franchute filósofo llamado Thierry Hentsch). Hacer sentir... y no hablando sólo de desgracias y muertes, y no con octavillas estridentes (a él Carlos Brihuega Antonio Trujillo o Rafael Villa le sobraban).
¿No me digan "mon dieu" que no se echan en falta esos acordes impecables como sólo él sabe componer...? Si con los pasodobles partía el alma y el popurrí te dejaba con ganas de más, de que no se acabara nunca... No recuerdo finales como las suyas, en las que hasta los coros pasadas las cuatro de la mañana no me perdía por si había un imprevisto le cambiaban el turno a Los Piratas. ¡Qué tiempos aquellos!
Y no sigo, porque se me está haciendo tarde para reservar el hotelito para el dos de febrero y sentarme en la Plaza de San Francisco a disfrutar de un pregón hecho por uno de los protagonistas de la Fiesta y con la esperanza de que una de las buenas nuevas del pregonero viñero sea la vuelta del poeta.
"Con permiso, y buenas tardes"

Anónimo dijo...
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